miércoles, 20 de abril de 2016

Enfermedades Profesionales





Se denomina enfermedad profesional a aquella enfermedad adquirida en el puesto de trabajo de un trabajador por cuenta ajena. Dicha enfermedad está declarada como tal por la ley o el resto del Derecho. Son ejemplos la neumoconiosis, la alveolitis alérgica, la lumbalgia, el síndrome del túnel carpiano, la exposición profesional a gérmenes patógenos y diversos tipos de cáncer, entre otras.





 


Para catalogar como profesional a una enfermedad es imprescindible que existan elementos básicos que la diferencien de una enfermedad común:
  • Agente: debe existir un agente causal en el ambiente o especiales condiciones de trabajo, potencialmente lesivo para la salud. Pueden ser físicos, químicos, biológicos o generadores de sobrecarga física para el trabajador expuesto.
  • Exposición: es como consecuencia del contacto entre el trabajador y el agente o particular condición de trabajo, se posibilita la gestación de un daño a la salud. Los criterios de demostración pueden ser:
    1. Cualitativos: consiste en establecer, de acuerdo con los conocimientos médicos vigentes, una lista taxativa de ocupaciones con riesgo de exposición, y la declaración del afectado o de sus representantes de estar desempeñando esa ocupación o haberlo hecho.
    2. Cuantitativos: se refiere a las disposiciones existentes en cuanto a los valores límites o concentraciones máximas permisibles para cada uno de los agentes incorporados a la lista. Este criterio es de suma importancia porque permite instrumentar programas de vigilancia, determinar niveles de tolerancia y precisar los grupos de personas que deben ser objeto de este monitoreo. Los exámenes periódicos y las mediciones específicas del medio se incorporan como los medios idóneos para la prevención.
  • Enfermedad: debe existir una enfermedad o un daño organismo claramente delimitado en sus aspectos clínicos, de laboratorio, de estudios por imágenes, terapéutico y anatomopatológicos que provenga de la exposición del trabajador a los agentes o condiciones de exposición ya señalados.
  • Nexo de causalidad: debe demostrarse con pruebas científicas (clínicas, experimentales o estadísticas) que existe un vínculo inexcusable entre la enfermedad y la presencia en el trabajo de los agentes o condiciones delineados precedentemente.
No es necesario que la patología haya originado ya una incapacidad. El concepto actual es que el derecho a tutelar es la salud del trabajador, y la ley 24.557. Apunta a la prevención más que al resarcimiento económico del daño generado.
Inclusión en la lista oficial: la restricción en el número de enfermedades profesionales de aquellas que cumplen con determinadas condiciones garantiza el otorgamiento automático de las prestaciones para los que aparecen en la lista, con lo que se reduce la incidencia de litigios y se facilita el manejo médico administrativo de los casos.

ENFERMEDADES OSTEOMUSCULARES
En el ámbito industrial, la principal fuente de enfermedades profesionales corresponde a la exposición de segmentos osteomusculares de los trabajadores a dolencias provenientes de actividades que requieren repetición, fuerza y posturas disfuncionales por períodos prolongados de tiempo. Un factor adicional, no menos importante, es la vibración que el manejo de algunas herramientas o máquinas pueden ocasionar a estos segmentos corporales.
Fisiopatología de las lesiones osteomusculares de origen profesional
Los tejidos musculares requieren de una oxigenación adecuada y de una perfusión tisular suficiente para lograr el metabolismo fisiológico de la función muscular.
En el caso de actividades de alta repetición, las masas musculares asociadas no alcanzan una relajación completa, por lo tanto el nivel de perfusión de las células musculares y los extremos tendinosos disminuye significativamente, dando lugar a un metabolismo anaerobio y a una acumulación de sustancias de desecho que ocasionan dolor en el corto plazo, y la disminución progresiva de la capacidad muscular. La prolongación de esta situación, comienza a causar inflamación de las estructuras afectadas.
Enfermedad degenerativa del disco cervical
Constituye una enfermedad poco diagnosticada como enfermedad laboral y muchas veces se confunde con espasmo muscular, debido al estrés; se presenta en la realización de tareas que requieren posturas incómodas del cuello o permanencia en una posición estática tales como operar computadores o conducir.
Dentro del grupo de menores de 40 años se manifiesta el dolor antes de encontrarse cambios radiográficos; sin embargo, en los mayores de 40 años, en quienes esta enfermedad es menos común, lo primero que se encuentra son las alteraciones de la radiografía.
Los síntomas característicos son dolor agudo o de aumento gradual a nivel de nuca o interescapular alto, más intenso en la noche o al mantener la cabeza fija, que al examen físico puede que sólo muestre algo de restricción al movimiento. Puede encontrarse también síntomas regionales en hombro y brazo como dolor irradiado o parestesias debajo del codo o hasta los dedos pero sin abarcar toda la mano o incluso manifestarse como una cefalea inespecífica.
Para diagnosticarla, es necesario realizar una radiografía anteroposterior y lateral de columna cervical si se sospecha un problema importante tales como estenosis del espacio del disco u osteofitos.
Debe hacerse diagnóstico diferencial con enfermedad de columna torácica, tumor, infecciones, espasmo cervical, tumor de pancoast o neuritis braquial por radiculopatía.
Inicialmente deben tomarse medidas generales cómo evitar las posiciones que desencadenan el dolor y realizar ejercicios antes y durante las actividades en que se mantenga el cuello en una posición o posiciones incómodas además, dormir en sillón blando con el torso a 45°. Si esto no fuese suficiente, puede implementarse el uso de collarín cervical blando, antinflamatorios no esteroideos (AINE) o acetaminofén + codeína, junto con la aplicación de calor y masaje durante la primera semana.
Si se acompaña de una radiculopatía, puede considerarse la extirpación del disco, una corpectomía o una laminoplastia.
Síndrome de pinzamiento de hombro
Se presenta predominantemente en actividades en las que hay exceso de uso o posterior a sobrecargas repentinas de esta articulación.
Inicia con una bursitis subacromial al pinzarse esta o los tendones del manguito rotador contra el ligamento coracoacromial al realizar movimientos por encima de la altura del hombro, posteriormente aparece una tendinitis del supraespinoso y una ulceración y desgarro parcial que puede evolucionar a la total ruptura del manguito, paralelo a esto hay degeneración osteofíticadel acrómion con más atrapamiento del espacio subacromial. Puede haber también ruptura de la cabeza del bíceps.
Dolor agudo o gradual en hombro anterior que aparece al realizar nuevas actividades de movimientos repetitivos. Algunas veces dolor en la cara lateral del brazo que en ocasiones se irradia a la parte distal, codo y mano de intensidad variable.
Consiste en dolor en brazo durante la abducción de 30° a 40° de elevación, arriba de 90° en posición de flexión hacia adelante, en flexión del codo a 90° la rotación externa no produce molestia, la interna sí es dolorosa.
Se diagnostica mediante radiografía simple de hombro AP tomada en rotación interna y externa, axilar y de salida. Cambios escleróticos y degenerativos de la articulación. En mayores de 70 años la mayoría tienen desgarros del manguito.
Diagnóstico diferencial: angina por IAM, infección aguda del hombro, artritis degenerativa sintomática, osteoartritis de la articulación glenohumeral no es común.
El tratamiento tiene como objetivo el resolver el dolor y la estabilidad muscular. Se inicia con medidas conservadoras como ejercicio pasivo y evitar trabajos con el hombro sobre la cabeza o es posible inyectar conrticosteroide con anestésico local con aguja 25 hacia la tuberosidad mayor 2.5 cm bajo el cuadrante lateral anterior del acromion. Se realiza el diagnóstico si el dolor mejora de inmediato. También puede considerarse en casos más complicados la cirugía abierta o artroscopia para descomprimir el espacio, la bursectomía y debridación y reparación del manguito si fuese necesario.
Síndrome de la salida torácica
Es una compresión de los paquetes neurovasculares procedentes de cuello y tórax por debajo de la clavícula hacia la axila. Es poco frecuente y tiene diversas causas tales como las costillas supernumerarias, síndrome de escalenos, apófisis costiforme, síndrome del pectoral menor, oclusión no trombótica de la vena subclavia o la simple inflamación. Generalmente se presenta en oficios en los que es necesario adoptar posiciones incómodas con el brazo sobre la cabeza por largos tiempos y se correlaciona con personas de cuello largo y hombros caídos.
Es muy común que se presenten parestesias y dolor que se irradian al brazo, hay problemas con las actividades por encima de la cabeza, se siente la mano pesada y hay síntomas en los músculos inervados por el cubital así como síntomas de compresión venosa.
Es necesario diferenciarlo de otras patologías tales como enfermedad del disco cervical o compresión del nervio cubital en el túnel cubital para lo que se puede realizar radiografía simple de columna cervical buscando costillas cervicales, apófisis tranversas o hipoplasia de la primera costilla o tumores de pancoast.


LESIONES DE CODO, MUÑECA O MANO
Síndrome del túnel carpiano
Muñequera para soporte en el síndrome del túnel carpiano. A menudo, el síndrome del túnel carpiano es el justificativo para una demanda por enfermedad laboral. Por lo general, se debe una combinación de factores que aumentan la presión en el nervio y los tendones de la muñeca. Puede ser una predisposición congénita en algunos individuos, de tener el túnel carpiano es simplemente más pequeño en algunas personas que en otras. Otros factores que contribuyen al diagnóstico incluyen traumatismos o lesiones en la muñeca que causan la hinchazón, tal como una torcedura o una fractura; así como acciones hormonales, autoinmunes y estrés laboral (uso repetido de herramientas manuales de vibración, por ejemplo), entre otras.
Existen pocos datos clínicos que comprueban si el realizar movimientos repetitivos y forzados con la mano y la muñeca en actividades laborales o de diversión puede causar el síndrome del túnel carpiano. Los movimientos repetitivos que se realizan en el curso normal del trabajo u otras actividades diarias pueden dar lugar a trastornos de movimientos repetitivos tales como bursitis (inflamación de una pequeña bolsa aislante articular) y tendinitis (inflamación de los tendones).


Epicondilitis humeral lateral
También llamado codo de tenista, ya que se presenta por dorsiflexión repetitiva o extensión forzada repetitiva de la muñeca, se produce necrosis colágena en la inserción en el epicóndilo del músculo extensor radial corto del carpo y en el origen del extensor radial largo.
El dolor que se irradia al dorso del antebrazo se puede presentar en la noche en el reposo pero lo más común es que se relacione con la actividad (empuñar, dorsiflexionar la muñeca). Al examen físico se pueden reproducir los síntomas pidiendo al paciente que haga dorsiflexión forzada o se halla dolor en el epicóndilo lateral a la palpación.
Se previene con el fortalecimiento general de la musculatura de codo y antebrazo y uso apropiado de herramientas manuales.
Se trata al suprimir la actividad causante, aplicando AINE y acetónido de triamcinolona (40 mg), inyectados en el área dolorosa. Sin embargo, pueden producirse reacciones adversas como necrosis grasa, atrofia local de la piel o despigmentación. La cirugía rara vez es necesaria y tiene como fin la liberación del extensor común.
Tenosinovitis de Quervain
Afecta el primer compartimiento dorsal extensor de la muñeca, se debe al abuso excesivo del pulgar y la empuñadura repetitiva.
El paciente tiene como antecedente las maniobras de empuñadura repetitivas, presenta dolor y/o inflamación en el lado radial de la base del pulgar, intenso dolor cuando se pide al paciente que realice desviación cubital de la mano (martillar), conocida como maniobra de Finkelstein.
Corresponde disminuir las actividades desencadenantes, lidocaína (1 mL) inyectada con aguja calibre 25 seguidas de acetónido de triamcinolona en la vaina del primer extensor dorsal común; AINE; inmovilización; en casos graves: cirugía de la vaina del extensor común.
Epicondilitis medial
Llamada también epitrocleitis, codo de golfista o síndrome del pronador-flexor, es causado por el uso excesivo de los flexores de los dedos y flexores y pronadores de la muñeca. Afecta a golfistas, lanzadores en baseball, trabajadores manuales.
Muestra hiperestesia local, dolor durante el ejercicio o la flexión de la muñeca contra resistencia.
Se trata con reposo, banda en antebrazo proximal, esteroides inyectados.

Compresión del nervio cubital
Producido por el atrapamiento, irritación o subluxación del nervio cubital a su paso por el túnel cubital. Se relaciona con lesiones anteriores de codo, ostepfitos crecientes, cúbito valgo, nervio subluxado que se sale del surco, presión prolongada sobre el nervio que provoca inflamación o lesión de estructuras corporales cercanas. Se presenta en profesiones en las que se mantiene un apoyo prolongado sobre los codos.
Los pacientes presentan dolor agudo en cara medial del codo, parestesias en la distribución del nervio, los síntomas se agravan con la flexión o apoyo del codouna mesa. Signo de Tinel sobre el túnel cubital, debilidad de los músculos interóseos y del aductor del pulgar.
El diagnóstico es clínico, corresponde diferenciarlo de la compresión del nervio a nivel del canal de Guyón, aquí no se presentan alteraciones sensitivas en meñique y mitad del anular.
Con tratamiento conservador, evitar presión sobre el codo flexionado, si hay atrofia de los interóseos se realiza descompresión quirúrgica con epicondilectomía medial o transposición del nervio a una posición submuscular.
Cáncer laboral
Se piensa que la mayoría de los cánceres de adultos se deben a una combinación de factores originados por el tipo de vida y por la exposición ambiental. Mientras que solo un 20% corresponde a cánceres originados por factores endógenos (propios de cada individuo), el 80% restante corresponde a exposiciones a factores exógenos o medioambientales, como pueden ser el asbesto, el tabaco o la exposición a factores ambientales laborales.
Dos agentes preocupantes son la exposición a la radiación solar y la exposición a lámparas de bronceado, ambos emisores de rayos ultravioletas, productores de células malignas en la piel.
Fases
El proceso de carcinogénesis consta de tres fases:
  • Fase de iniciación: Se produce una mutación en el ADN debido a la interacción con un agente cancerígeno.
  • Fase de promoción: Desarrollo tumoral debido a la estimulación del desarrollo de la célula alterada, a causa de la exposición a factores ambientales
  • Fase de progresión: Desarrollo del tumor maligno, diseminado por metástasis. También conocido como período de latencia, se extiende desde la primera exposición hasta la primera manifestación del tumor.
Enfermedades más frecuentes en el trabajo
1. Estrés: Es considerado como la primera causa de ausentismo laboral y disminución de la productividad por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Uno de sus principales síntomas es el dolor de cabeza. Este mal provoca que los empleados pierdan, en promedio, entre uno y cuatro días laborales al año.

Existen más de 150 tipos distintos, aunque el más habitual es la migraña que afecta a un 16% de las mujeres y al 7% de los hombres.

2. Fatiga visual: Ojos rojos, ardor y cansancio son los síntomas. Se presenta por la continua lectura de documentos o computadores sin protectores visuales o con bajos niveles de iluminación.
El estar concentrado en el trabajo puede hacer que el empleado comience a pestañear cada vez menos, lo que produce, a su vez, dolor de cabeza y malestar.

3. Dolor de espalda: Después de estar sentado en una extensa jornada laboral, es muy probable que una mala posición termine por afectar el estado de la espalda.
Aquí comienzan a aparecer el dolor en los hombros, cuello y cintura. El deficiente diseño ergonómico de las sillas también influye en este aspecto.
 

4. El síndrome de la fatiga crónica: Se trata de un mal que puede disminuir hasta en 50% la productividad de las personas. Se presenta con cansancio o agotamiento prolongado que no se alivia con el descanso y cuyos principales síntomas son:

5. Síndrome del túnel carpiano: Es causado por la flexión reiterada de la muñeca, que produce pérdida de fuerza en las manos.

El uso del computador durante jornadas prolongadas suele provocar molestias en la muñeca y el codo, que a largo plazo pueden derivar en tendinitis. Según estudios, durante los últimos 10 años se ha triplicado en la población.

6. Problemas gástricos: El comer mal en la oficina hace que enfermedades como el colon irritable y la gastritis, sean de gran frecuencia en los trabajadores.

Este malestar puede generarse debido a la presión, el aumento de las preocupaciones. Resulta frecuente entre los 30 y 45 años, edad en que la persona está en plena etapa de productividad.

7. Obesidad: Este mal, por su parte, se ha incrementado debido a las largas horas que los empleados pasan sentados en sus escritorios, la falta de ejercicio y la mala alimentación.

8. Hipotrofia semicircular
: Es un trastorno de la grasa subcutánea que se suele manifestar con un hundimiento en la cara anterior y lateral de los muslos y, a veces, de los antebrazos.

La hipotrofia semicircular afecta a los trabajadores de oficina y seda por factores como la baja humedad, campo magnético concentrado, exceso de aparatos electrónicos y de nuevas tecnologías, posibles deficiencias en el mobiliario.

9. Trastornos de trauma acumulativo:  Esta enfermedad es una familia de trastornos de los músculos, tendones y nervios, causados, acelerados o agravados por movimientos repetitivos del cuerpo, sobre todo, cuando también están presentes posturas incómodas, fuerzas altas, esfuerzos de contacto, vibración o el frío. Su causa son los trabajos repetitivos y de poca dinámica.

10. Gripa: El frío que produce el aire acordonado, junto con los espacios reducidos en la oficina, hace que la gripa esté entre los males comunes del trabajo.

Debido principalmente a que la cercanía de los puestos laborales hace que la gripa se propague fácilmente de haber algún empelado contagiado.


Dar un paseo, tomar aire, facilitar una alimentación saludable y aumentar los niveles de actividad física durante las horas trabajo, pueden reducir considerablemente los riesgos de estas enfermedades y otros graves problemas de salud, a la vez que les darán, tanto a empleados como jefes, una mejor calidad de vida. 

Según la Ley 16.744 de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, una enfermedad profesional es la producida en forma directa por el trabajo (no la agravada por este). Ahora bien, independientemente de la labor a realizar, hay ciertas consideraciones para prevenir la aparición de enfermedades ocupacionales. Si bien cada campo de trabajo representa la exposición a riesgos de diferente magnitud, en lo que respecta a las enfermedades en Chile, hay algunas que se presentan con mayor frecuencia.
De acuerdo a la Dra. Bernardita Cubillos, Jefe del Departamento de Medicina Ocupacional del Hospital del Trabajador de la ACHS, las de mayor recurrencia se relacionan principalmente con la aparición de problemas musculo-esqueléticos, de salud mental, dermatitis, disfonías e hipoacusia. A continuación, revisaremos algunas de las enfermedades laborales diagnosticadas con mayor frecuencia en el país, de acuerdo a la ACHS.

Denuncia Individual de Enfermedad Profesional (DIEP)
¿En qué consiste?
Denuncia de Enfermedad Profesional que se presume está sufriendo el trabajador(a) dependiente o el trabajador(a) independiente y que podría estar siendo causada, de manera directa, por el ejercicio de la profesión o el trabajo que realiza.
¿Quiénes pueden realizar el trámite?
  • Debe realizarlo el Trabajador Independiente
  • Debe realizarlo el Empleador(a) – representante legal de la entidad empleadora.
  • Puede realizarlo el trabajador(a) o cualquier persona que tenga conocimiento de la enfermedad.
¿Cómo se puede realizar?
Presencialmente: El empleador(a) o el Trabajador(a) Independiente debe concurrir a las sucursales del Instituto de Seguridad Laboral.

Como evitar enfermedades profesionales
Las enfermedades profesionales son causa de enormes sufrimientos y pérdidas en el mundo del trabajo. Si bien se ha avanzado mucho en el modo de abordar los retos que plantean las enfermedades profesionales, existe la necesidad apremiante de fortalecer la capacidad para su prevención en el marco de los sistemas nacionales de seguridad y salud en el trabajo. Con el esfuerzo conjunto de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, la lucha contra esta pandemia tendrá que ocupar un lugar destacado en los nuevos programas mundiales y nacionales sobre seguridad y salud. El presente informe sobre el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo expone en líneas generales la situación actual en relación con las enfermedades profesionales y presenta propuestas para abordar el grave déficit de trabajo decente que representa.
  • Evitar la exposición a movimientos repetidos.
  • Si no se puede evitar, evaluar los riesgos y tomar las medidas preventivas necesarias para reducir los riesgos.
  • Formar e informar a los trabajadores sobre los riesgos y las medidas preventivas adoptadas.
  • Investigar todo daño producido a la salud de los trabajadores, incluidos los Accidentes de Trabajo por sobreesfuerzos y las Enfermedades Profesionales músculo-esqueléticas, y aplicar las medidas correctoras necesarias.
  • Realizar una vigilancia específica de la salud de los trabajadores expuestos a riesgo para prevenir la aparición de lesiones.
Medidas para reducir el riesgo
Técnicas
  • Automatización de determinadas tareas y/o utilización de ayudas mecánicas.
  • Equipos y herramientas adecuados a la tarea y a los trabajadores.
  • Optimizar el tamaño y la forma de los agarres.
  • Evitar golpear o presionar con la mano, muñecas o con los dedos.
Organizativas
  • Alargar el ciclo de trabajo y diversificar las tareas del puesto.
  • Establecer un sistema de pausas adecuadas.
  • Evitar primas y penalizaciones por productividad.
  • Rotación de puestos.
  • Control de la tarea por parte del trabajador.